Desconstrucción de un paisaje urbano. El Montevideo del extramuros colonial, aportes de la arqueología a su identidad actual
DOI:
https://doi.org/10.35305/tpahl.v9i0.20Palabras clave:
Arqueología urbana, Montevido, IdentidadResumen
La desmemoria a través del tiempo puede llegar a provocar la pérdida de información de todas aquellas
personas, construcciones materiales y sociales que hicieron posible finalmente la conformación de un espacio geográfico urbano, como es para este caso el departamento de Montevideo (Uruguay). Esas memorias, muchas de ellas aún presentes han presenciado el cambio vertiginoso de las décadas; en contraste de ello, se encuentran los más jóvenes habitantes de los ahora barrios centro-periféricos del departamento, los cuales en su gran mayoría, se encuentran ausentes de estas memorias colectivas. De la historia compartida de los barrios se sabe muy poco, solo algunos investigadores con profusas ansias de rescatarla del olvido, conocen y estudiaron parte de la misma; esto permitió la materialización de buena parte de la bibliografía que se maneja a la hora de investigar un área urbana en la capital oriental. Repetidas veces se hace mención cuando se habla de Montevideo del proceso fundacional dentro de la plaza fortificada; pero cabe aclarar también, que la Jurisdicción de aquel territorio abarcaba límites más extensos que los actuales. Comprendía, las orillas del Río de la Plata entre la desembocadura del arroyo Cufré hasta las sierras de Maldonado, y al Norte la Cuchilla Grande o albardón que servía también de camino. Si bien el discurso inicia generalmente en una fecha posterior, es en 1717 cuando el Rey Felipe V de España e Indias, ordena a Don Bruno Mauricio de Zabala (Gobernador del Río de la Plata) a fortificar los parajes de Maldonado y Montevideo. En 1726 Don Pedro de Millán fija la jurisdicción de la ciudad, el ejido y propios, repartiendo los primeros solares en lo que conocemos como Ciudad Vieja y chacras sobre las márgenes del arroyo Miguelete. El trazado de San Felipe y Santiago estuvo a cargo del Cap. Domingo Petrarca en 1730, diseñando la ciudad en líneas generales bajo las Leyes de Indias. La corona española entendía a la ciudad como una unidad económica e integradora donde se hallaba la ciudad-puerto como casco urbano y un espacio circundante que abastecía de alimentos, donde se hallaban las quintas y/o chacras (donde se cultivaban legumbres, hortalizas, granos y frutos) y estancias (que abastecían de ganado).
Pero por alguna razón se ha perdido la memoria de estas zonas que se hallaban conectadas a la ciudad
de intramuros por medio de caminos. Estos se abrían desde la ciudad amurallada hacia las zonas más
abiertas y fueron ubicados en la parte alta del relieve, siendo sus trazados iniciales de tierra. Con el correr de los años muchas de estas vías de transporte se fueron transformando en lo que hoy conocemos como avenidas principales. Generalmente se considera como núcleo histórico a la Ciudad Vieja, eje central y testigo incansable de los cambios y avatares, de luchas y pactos de paz, de construcciones y desconstrucciones desde el primer cuarto del s. XVIII. Estos caminos permitieron el asentamiento de aldeas, villas y poblados; que poco a poco sentaron las bases para la conformación de los barrios actuales. Quienes transitan estas avenidas, desconocen la historia de los mismos y el porqué estos barrios conservan aún una memoria tangible; la cual se visualiza en hallazgos materiales de más de un siglo y que hacen a la identidad de los barrios. Este trabajo pretende abordar aquellas zonas alejadas y los caminos que a las mismas conducen. Con una mirada desde la investigación arqueológica se intentará hacer una puesta a punto de estos remanentes de la historia tradicional. Al mismo tiempo se presenta el relevamiento de algunos sitios con vestigios materiales, con potencial interés para el estudio arqueológico. Las zonas de abordaje son un conjunto de barrios que se encuentran en el centro y hacia la periferia capitalina, los cuales presentan la pérdida de memoria tangible e intangible debido a los procesos urbanísticos.